Desde la Lista Celeste y
Blanca del Partido Justicialista queremos advertir públicamente sobre distintas
modalidades de presión que desde el gobierno de la provincia se ejercen para
influir en el ánimo de los compañeros con el fin de incidir en el resultado de
las próximas internas de nuestro partido.
La situación más indignante y
condenable se presenta con aquellas personas que permanecen en situación de
contratados, quienes manifiestan que son presionados y hasta amenazados,
obligados a participar en reuniones o trabajar para la lista que encabezan
funcionarios y diputados del propio gobierno.
Estos hechos deleznables
rememoran situaciones similares que se dieron en el anterior gobierno con
nuestros compañeros y que ahora parecería, lamentablemente, que pueden repetirse
como práctica corriente en la próxima campaña electoral.
Las elecciones internas de
los partidos deben realizarse con la finalidad única e imprescindible de elegir
a los mejores hombres y mujeres que representarán a su vez a la totalidad de
los compañeros en las listas que luego legitimarán las funciones orgánicas del
Partido Justicialista.
De ninguna manera se debe
utilizar el apriete para tratar de imponer una idea determinada, aprovechando
los recursos del Estado y peor aún, la incertidumbre o el miedo que produce en
un trabajador la amenaza del despido o la no renovación de su contrato.
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