La meseta de Somuncurá está ubicada hacia el centro-sur de la provincia de Río Negro, en una región con población escasa y bastante dispersa. Los parajes y pueblos se ubican hacia los límites de la meseta, y entre ellos se destacan: El Caín, Prahuaniyeu, Cona Niyeu, Sierra Pailemán, Rincón Treneta, Comicó, Aguada Cecilio, Arroyo Los Berros, Chipauquil, Arroyo Ventana, Yaminué, Aguada de Guerra y Nahuel Niyeu. Las ciudades más cercanas a la meseta y mas importantes son: Valcheta, Sierra Colorada, Ministro Ramos Mexía, Los Menucos, Maquinchao y Sierra Grande.
Es
una meseta representativa de la región por su gran extensión y una
altura que ronda los 900 msnm. Está formada por varios cañadones
que fueron alguna vez valles fluviales que formaban parte de un
sistema hidrográfico que hoy ya no existe. La meseta de Somuncurá
reviste interés geológico, geomorfológico, hidrológico,
climático, biológico, ecológico y también turístico. Tiene
especies y subespecies endémicas que atraen al mundo científico. El
agua de las lluvias y de la nieve derretida, se infiltra por sus
grietas y fisuras y corre en forma horizontal debido a la capa
impermeable de arcilla que se encuentra debajo del basalto. Este agua
alimenta a las vertientes y los mallines de los pequeños valles en
las zonas que rodean la meseta. Todo este complejo sistema hídrico
hace de esta meseta, uno de los acuíferos más importantes de la
Patagonia (1).
En
el año 1986 se creó, por decreto 356/86, el Área Protegida Meseta
de Somuncurá que tiene una superficie aproximada de 1.600.000
hectáreas, con el fin de preservar esta región y su riqueza
singular.
Su
frágil ecosistema tiene que ser protegido de actividades dañinas,
promoviendo aquellas que sean respetuosas con el ambiente, como lo es
el turismo a una escala adecuada y controlado.
Desde
hace algunos años surge la propuesta de pasar de la órbita
provincial a la nacional la protección de esta extensa región de la
meseta rionegrina, transformándola en un Parque Nacional. Sacar esta
región del mapa de Áreas que tiene Río Negro para pasarla a la
órbita nacional, hace pensar en la incapacidad de gestión
provincial para cumplir con los objetivos de protección de la ley
2669 que crea el sistema provincial de ANPs.
La
iniciativa de cambiar el status de esta región que lleva adelante el
diputado nacional Cejas, tiene varias lecturas; una de ellas es la
probable incapacidad del actual gobierno para hacer una verdadera
tarea de protección de las áreas naturales protegidas provinciales,
generando una estructura adecuada, con recursos suficientes tanto
materiales como en personal capacitado. Por otro lado, la propuesta
parece un contrasentido a la luz de los proyectos megamineros a cielo
abierto que este mismo gobierno impulsa en la región.
Para
proteger es necesario descartar toda actividad extractiva de esas
características. No existe megaminería de bajo impacto, ni
responsabilidad social empresaria que pueda evitar las consecuencias
graves a corto y mediano plazo de una industria que requiere enormes
cantidades de agua, vital en esta región, y métodos devastadores
para cualquier ecosistema.
Tampoco
tiene aceptación la decisión de proteger solo una porción de
territorio, dado que la meseta rionegrina constituye un sistema
ecológico complejo, interconectado, donde el daño puede repercutir
más allá de las distancias.
La
idea de una proyección turística con condiciones únicas para el
turismo alternativo nacional e internacional en toda la región Sur y
sobre todo en Somuncurá, no se condice con los planes de la
megaminería en estos lugares. Se puede ver a simple vista que
protegiendo solo algunas áreas, se propicia la fragmentación del
territorio con el propósito de crear zonas de "sacrificio"
a explotar.
Esta
discriminación de zonas y poblaciones debe terminar. Debemos
plantearnos como objetivo que todo el territorio provincial sea un
gran área protegida donde las poblaciones de cada región puedan
decidir qué actividades económicas, armoniosas con el ambiente,
potenciar, qué riqueza social y cultural quieren resaltar y
conservar.
Creo
que la propuesta de un Parque Nacional en estas condiciones no
mejorará la situación actual de la región, porque además se
excluye al Estado provincial afectando su soberanía sobre este
importante acuífero patagónico.
(1)
(1) “CONTRA EL MITO DE LA PATAGONIA DESÉRTICA." -
JÁUREGUI, Graciela B. – ACOSTA Mercedes Z. – JIMENEZ, Laura R. –
LEMA Carlos A. CONICET, Instituto Multidisciplinario de Historia y
Ciencias Humanas (IMHICIHU), Departamento de Investigaciones
Geográficas (DIGEO), Grupo Turismo Sustentable (GRUTUS).
Dra.
Ma. MAGDALENA ODARDA
LEGISLADORA
PROVINCIAL
BLOQUE
PROGRESISTA CC ARI
22
de febrero de 2013
Hay una contradiccion en el relato. Si todo el territorio provincial es declarado area protegida, no se puede entonces, pretender que cada comunidad elija de que quiere vivir..., ademas ¿que actividad es armoniosa con el medio ambiente? ¿el turismo? donde quiera que pise el hombre, alli se termino lo pristino de la naturaleza y esto lo digo, sin animo de defender la megamineria. Yo vivia a tres cuadras de Geotécnica sin saber que ese humo que arrojaban al aire, en el barrio la Loma de San Antonio Oeste en los años 70 era nocivo para la salud. No estoy de acuerdo con la megamineria pero tampoco podemos transformar todo el territorio provincial en un area protegida ¿que hacemos entonces con los cultivos de olivos? ¿los arrancamos?son arboles no autóctonos y para plantar y desarrollar ese comercio, se arrasa con hectareas de monte xerófilo sin importa el daño que se le hace a la fauna local. Aún más ¿cuanto hace que en este territorio pastorean ovejas, chivos, vacas, caballos etc siendo estos animales todos exoticos? Esta bien proteger Somuncura, pero no se puede con todo el territorio nacional.
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