La solicitud de la Legisladora de la CC-ARI fue realizada mediante un proyecto presentado en el Parlamento rionegrino ante el vencimiento de los plazos establecidos en el PLAN ESPECIAL DE CANCELACION DE DEUDAS EN MORA CIRCULAR 1073, cuyo vencimiento operaba hasta el 31 de octubre de 2011: “los plazos están vencidos y ante la desesperación de los chacareros y el pedido de ellos es que elevo esta propuesta que espero tenga esta tarde el acompañamiento de mis pares”, señaló Odarda.
La
legisladora de la CC-ARI solicitó a las autoridades del Banco de la Nación
Argentina, se disponga una prórroga hasta el 30 de abril de 2012 de los
plazos establecidos en el PLAN ESPECIAL DE CANCELACION DE DEUDAS EN MORA
CIRCULAR 1073, cuyo vencimiento operaba hasta el 31 de octubre de 2011. El
pedido de la parlamentaria fue elevado a través de un proyecto presentado
en la Legislatura de Río Negro ante el fracaso del acuerdo entre el
gobierno de la provincia y la entidad financiera nacional.
“En cada temporada de cosecha se ha formulado
un costo de producción el cual no se ha respetado en su gran mayoría por
las empresas empacadoras, liquidando el precio de fruta por debajo de dicho
costo, con el agravante de que se abona la producción recibida en 12
cuotas, con un anticipo del precio base, dispuesto por la empacadora- y al
finalizar el año realizan un ajuste o no de acuerdo a la dispuesto por el
empresariado. Sobre esta liquidación las empresas afectan un 5 % sobre toda
la fruta entregada a modo de RETENCION SOBRE LA EXPORTACION, que el
gobierno retiene a esta actividad; las empresas lo hacen sobre toda la
fruta entregada, no solamente la que va a exportación, sino la que se
comercializa en mercado interno e industria. Estos montos se manejan en
dólar FRUTA: que es igual al Dólar Banco Nación tipo cambio vendedor menos
el 5 % que es el porcentaje de retención”, así lo demuestra un documento elaborado por Encarnación Peche,
fruticultora de Allen, quien además integra la Cámara que agrupa a los
productores de esa ciudad, detalló Odarda.
Respecto
a la fruta de industria, la cual es destinada para la producción de jugos,
sidras, etcétera; a través de las liquidaciones de años anteriores se puede
constatar que los precios han sido acordes al costo de producción,
generándose actualmente un desfasaje que obliga al productor a optar por
levantar la menor cantidad posible de fruta posible para ahorrar mano de
obra. Es así que en años anteriores se pagaba la mano de obra de cosecha
con parte de la fruta entregada a industria, sin embargo, desde hace ya
varias temporadas se junta la fruta de industria porque es el primer dinero
que el productor recibe, lo que posibilita que cuente con un ingreso para
costear las primeras jornadas de cosecha. Atento a la descripción
detallada, va a ser necesario también se inste a la pronta implementación
de un precio mínimo referencial por kg de fruta de industria.
La
legisladora de la CC-ARI también indicó: “En años anteriores las grandes empresas dependían en cierta manera
de la fruta de los pequeños y medianos productores para abastecerse y
comercializar, pero actualmente ante la falta de transparencia y el
incumplimiento del empresariado los productores han ido desapareciendo
malvendiendo sus propiedades, siendo las mismas empresas las siguientes
dueñas de esas chacras, lo que implica que a los chacareros que quedan de
pie les tomen la producción en consignación donde en la mayoría de los
casos el mejor precio y el más conveniente resulta siendo para el
empresario”.
Por
último, en virtud de su iniciativa presentada Magdalena Odarda subrayó: “La temporada 2010/2011 está culminando
y el panorama para la campaña de cosecha entrante 2011/2012 no es el mejor,
ya que se anticipa una cosecha al 50 % de rinde debido a factores climáticos
que impidieron la fecundación tal como sucedió recientemente tras los
efectos de la ceniza volcánica, que ocurrió en el momento de la floración
de los frutales. Esto profundizará particularmente una importante merma en
los manzanos al igual que muchas producciones frutícolas.
“Sumado a ello”, agrega Odarda, “otro inconveniente para la fruticultura es el endeudamiento de
los pequeños y medianos productores con el Banco Nación, lo cual es una
problemática de larga data a la que no se le ha dado una solución
definitiva, por lo que el deudor no ha podido cancelar su deuda por falta
de recursos económicos por las razones antes mencionadas. Mientras que la
actividad no sea rentable, le resultará imposible cancelar su compromiso pero
no significa que no tengan intenciones de pago porque hasta el momento en
ninguna oportunidad se habló de “condonar” la deuda”.
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